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LAURA SARGANTANA

Coach Personal y Profesional, Equipos y Liderazgo

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Qué ocurre cuando vives en un «todo incluido» (II)

3 mayo, 2017 / by Sargantana / 10 comentarios

https://laurasargantana.com/podcast-player/7993/que-ocurre-cuando-vives-en-un-todo-incluido-ii.mp3

Días de lluvia intensa como los de esta semana siento lástima por los miles de turistas que aterrizan ilusionados en Punta Cana. Porque es lo que tiene el Caribe, el tiempo es impredecible. Muchos lectores de este blog me escriben para preguntarme si es seguro el país, cuál es la mejor época del año para venir, qué resort les recomiendo y otras cosas como si yo fuera una agencia de viajes. Y la verdad es que me encanta. Si no fuera porque hay mucha competencia ahí fuera creo que sería feliz organizando las vacaciones de los demás porque es como repartir felicidad.

Buceo en Isla Catalina con David y Ariadna
Buceo en Isla Catalina con David y Ariadna

Quizás por eso cuando amanece con lluvia se me rompe el alma por los clientes y sus familias que se deben resignar y esperar a que Dios haga salir el sol. Al fin y al cabo siento éste como mi hogar y sólo espero que quien llega por primera vez se enamore y lo disfrute tanto como yo. Me emociono incluso cada vez que recibo visitas y me permiten participar de sus primeras experiencias en este otro mundo. Como cada vez que vamos a Isla Saona y se emocionan al ver las aguas cristalinas o las gigantescas estrellas de mar, o como cuando vamos a bucear y siento la envidia sana de aquellos quienes van a ver por primera vez los arrecifes de coral y los maravillosos peces tropicales.

Emociona ver las aguas cristalinas o las gigantescas estrellas de mar del Caribe

Buceo en Isla Catalina
Buceo en Isla Catalina

Al principio, cuando llegaban las primeras visitas de España me rompía la cabeza por averiguar cuales eran las mejores playas, los mejores restaurantes, quise descubrir la belleza del país, los rincones alejados de los turistas en un radio de no más de una hora de Bávaro. Quería mostrar la cara amable de República Dominicana más allá de los enormes complejos hoteleros que invitan al turista a no salir del resort.

Tan empeñada estaba en salir fuera de la burbuja que había obviado que la mayor parte de los clientes prefieren olvidarse de rutas alternativas y que se lo den todo hecho. Lo aprendí hace un mes con la visita número 4: dos familias compuestas por cuatro adultos y tres niños procedentes de esa parte de España, oh pobres, donde no hay playa. Amigos de aventuras y desventuras en el desierto catarí hace casi tres años.

La mayor parte de los clientes prefieren olvidarse de rutas alternativas y que se lo den todo hecho en un «todo incluido»

Nada más llegar, por ser domingo y el único día que podíamos disfrutar todos juntos de una jornada de playa, organicé una salida a la maravillosa –y explotada- isla Saona. Eso sí, allá donde no paran los miles de turistas subidos a bordo de los catamaranes que son un all you can drink y merengue a todas horas.

http://laurasargantana.com/wp-content/uploads/2017/05/OETH8533.m4v

La experiencia fue maravillosa, como no podía ser de otra manera. Un día soleado de los que hacen justicia, delfines juguetones por el camino, playas paradisíacas, snorkel para disfrutar de los corales y las maravillosas estrellas de mar, peces de colores imposibles y todo aquello que hace feliz a cualquier ser humano: Presidentes, ron añejo y polvorones de Tordesillas como regalo desde España. En ese momento le dije a mi marido “mira que afortunados somos que cualquier domingo del año podemos agarrar barca y pasar un día así de estupendo”. Espero no olvidarlo nunca.

Regalos con los que se te saltan las lágrimas: polvorones de Tordesillas
Regalos con los que se te saltan las lágrimas: polvorones de Tordesillas

Sin embargo, creo que los agoté lo suficiente como para que al día siguiente, al descubrir las maravillosas instalaciones del resort no quisieran salir por el resto de la semana aún teniéndome como guía privada y mi coche a su entera disposición. Incluso Ana, quien decía ser más bien de secano y estar pasando por un momento personal delicado me decía “lo mejor de todo esto es no tener que decidir nada”.

“Lo mejor de todo esto es no tener que decidir nada”

Su única preocupación durante la semana fue encontrar una hamaca a la sombra. Así los demás, probando los diferentes cócteles y abrumados ante la cantidad de comida que cada día ofrecen los numerosos restaurantes del complejo o el lujo de poder comer todos los días langosta. Qué decir de los niños, ocupados en atender todas las atracciones y distracciones del equipo de animación. Cada vez que me reunía con ellos para comer me los encontraba hablando con los chef, con sus camareros y animadores favoritos como si se conocieran de toda la vida. 

Porque esta es la verdadera magia de todos los que nos visitan: su gente. No es extraño ver a los turistas abrazarse al personal del complejo, haciéndose fotos y regalándose recuerdos. Es la cara más amable de encerrarse en un todo incluido.

El lado oscuro es ver a familias enteras cenando cada uno mirando la pantalla de su móvil, o las caras amargadas de los niños porque no les llega la señal wifi. Pienso en la pasta que se han gastado los padres para pagar los diez días de media en el resort para que los hijos parezcan estar eternamente enfadados o no tengan de qué hablar con sus padres, incapaces de entretenerse solos o de agarrar un libro.

La verdadera magia de todos los que nos visitan: su gente

El momento de sentarse en la mesa dice mucho de nosotros mismos

Y para los que auguraban que no iba a aguantar mucho tiempo viviendo dentro de un hotel, suspiro y pienso que ciertamente es duro. Tengo que hacer un acto de constricción constante para tener presente que vivir aquí dentro no significa que yo también esté de vacaciones. Me cuesta horrores pedir una botella de agua para hidratarme cuando a las diez de la mañana algunos van ya por su segundo margarita. O como cuando bien temprano veo a los grupos de buceadores subir a la barca para pasar el día bajo el agua.

Mi debilidad, ¿piña colada o Presidente?
Mi debilidad, ¿piña colada o Presidente?

Pero he decidido que nunca más voy a quejarme y recordar la suerte que tengo por disfrutar cada día de lo que siempre soñé aunque ayer volviera a sufrir inundaciones y se fuera la luz. Vivo en la playa, mi sueño desde pequeñita, pero no cerca de la playa como viví toda mi vida en Mallorca. Ahora vivo de verdad a cien metros de la playa donde me escapo a lo que yo llamo mi biblioteca cuando no trabajo para leer y estudiar bajo la sombra de una palmera o de una palapita si mi palmera favorita está ocupada.

Cada semana me encuentro con un grupo diferente de turistas, los que madrugan lo suficiente como para reservarse las mejores hamacas de la playa, esas mismas que ocuparán el resto de la semana sin tolerar cambio alguno. Y si un día estoy gamberra me pido una piña colada y el estudio cunde menos.

Tengo que hacer un acto de constricción constante para tener presente que vivir aquí dentro no significa que yo también esté de vacaciones

Tengo la suerte de que mi habitación da a un manglar, así que me duermo viendo alguna que otra luciérnaga y escuchando el concierto de las ranas nocturnas. Nunca echo las cortinas para dejar que la luz de la mañana me despierte mientras oigo los cantos de los pájaros. Taza de café en mano desayuno mientras busco entre las ramas lapas de colores imposibles, pájaros carpinteros o, mis favoritos, colibrís aleteando a toda velocidad. A veces tengo la suerte de ver cómo una especie que aún no identifico construye su nido en mi jardín y veo como periódicamente crecen las orquídeas salvajes que no requieren cuidado alguno. Me pregunto cuándo el «aguacatero» (mata de aguacate) volverá a brotar (parir), me puede la impaciencia.

Me considero afortunada y cuido este espacio como si fuera mi hogar porque así lo siento

Palapas verdes en Bávaro
Palapas verdes en Bávaro

Me considero afortunada y cuido este espacio como si fuera mi hogar porque así lo siento. Disfruto por no tener que coger el coche durante días porque tengo aquí casi todo lo que necesito a mi alcance. Todo el mundo parece reconocerme y me emociono cuando me llaman por mi nombre. Me pregunto si alguno de mis vecinos cuando vivía en España supo alguna vez cómo me llamaba. Les recuerdo a mis vecinas lo afortunadas que somos porque yo viví en una ciudad en la que mi madre jamás me dejó jugar en la calle, encerrada siempre en un piso al salir de la escuela.

Valoro poder ir a trabajar andando desde el portal de mi casa, respirar aire puro todos los días, disfrutar de los rayos del sol, ver a los niños jugar al aire libre. Pienso qué necesidad tengo de salir y pagar un carísimo alquiler en un residencial donde no voy a estar ni la mitad de bien que aquí y, al final, lo único que haría es trasladarme de una burbuja a otra.

República Dominicana está polarizada entre ricos y pobres

Porque seamos sinceros, República Dominicana está polarizada entre ricos y pobres. Ni todos podemos permitirnos vivir en una casa en Punta Cana como Julio Iglesias y demás celebrities ni la vida fuera de los resorts es lo que llamaría “asequible”, ni mucho menos segura. Olvídate de los estándares de la clase media conocida. Por desgracia, hay más pobreza de la que se imagina porque en los catálogos de viajes nunca sale.

Valoro lo que tengo y lo disfruto, con sus cosas buenas y con las menos buenas

Isla Saona

Así que valoro lo que tengo y lo disfruto, con sus cosas buenas y con las menos buenas. Sigo pensando que es una cuestión de actitud positiva ante la vida estar a gusto, porque lo primero es estar bien con uno mismo para poder estar a gusto con los demás.

Así que ante la recurrente pregunta de “qué país de los que has vivido te gusta más” siempre respondo lo mismo “ahí donde yo esté bien”. Porque es lo que vives, no el dónde.

Publicado en: Expatriados Etiquetado como: Bávaro, felicidad, Vivir en República Dominicana

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Interacciones con los lectores

Comentarios

  1. Juan dice

    4 mayo, 2017 a las 17:59

    Lagartijaaaaa. Casi me das envidia. Solo casi.
    Está claro, la felicidad, el sentirse bien, es una actitud. Si sonríes por decisión al final estás más contento, y hasta más guapo. Aunque los problemas sean los mismos.

    Responder
    • sargantana dice

      4 mayo, 2017 a las 18:55

      Juan, cuánto tiempo… si es que la vida sólo hay dos formas de tomarla, con o sin bautizar 😉
      Una abraçada!

      Responder
  2. Jordi dice

    4 mayo, 2017 a las 21:10

    Hola. es la primera vez que te escribo, pero no la primera que te leo.
    He vuelto a españa después de 14 meses en Qatar, y realmente no han sido tan malos como algunos dicen, yo los he disfrutado bastante.

    Nada, felicitarte porque disfruto leyéndote y es un placer.

    Espero poder coincidir alguna vez y que puedas mostrarme los secretos de la isla que no pude descubrir cuando estuve ahí.
    Y si vuelves a mudarte… pues te seguiremos con interés.
    Un saludo.

    Responder
    • sargantana dice

      4 mayo, 2017 a las 21:26

      Muchas gracias Jordi y feliz regreso.
      Será un placer descubrirte la magia de República Dominicana, cada día que pasa me enamoro más de esta isla donde jamás entró en la lista de destinos soñados, ni de lejos.
      Curiosamente he tenido que llegar hasta aquí para darme cuenta de muchas cosas, entre otras, de lo mucho que echo de menos Qatar. Fue mi primera experiencia fuera de mi zona de confort y me costó en algunos aspectos. En otros, me abrió la mente de golpe para hacerme más fuerte pero también más tolerante. Me siento afortunada por haber vivido de primera mano una sociedad tan distinta a la nuestra y haber podido desmontar mitos y falsas creencias (aunque me llevo otras, claro está).
      Un millón de gracias por formar parte de esta familia de expats que nos ayudamos a crecer juntos día a día.
      ¿Próximo destino? El que sea, seguro que me aportará tanto o más que otro 😉

      Un abrazo.
      Laura.

      Responder
  3. Juan Pablo dice

    5 mayo, 2017 a las 07:51

    Como se agradecen los mantecados ehnnn??? A mí también me supieron a gloria cuando nos los trajeron…

    Espero que algún día vayamos a veros a ese sitio en el que estáis taaaan mal je je je

    Responder
    • sargantana dice

      5 mayo, 2017 a las 13:15

      Aquí se agradece todo, ya sabes que con las cosas del comer no se juega 😉
      Pues creo que estaremos una temporada, destino familiar ideal, seguro que no os decepciona. Lo único es que después de tantos años en el desierto no sé yo cómo vais a llevar eso de ver tanto verde, aguas turquesas y lluvias tropicales, jajajajajaja!!!!

      Un abrazo a toda la familia.

      Responder
  4. condessita dice

    18 mayo, 2017 a las 20:46

    Hola!
    pues a mi creo que algo de envidia si que me das… Envidia sana! Pq ver q las personas que te importan son felices siempre es contagioso!

    Por otra parte el tema de la lluvia es relativo. Aqui llevamos un mes hacendo la danza de la lluvia porque que llueva ya empieza a ser imprescindible. La ultima vez que cayeron mas de 5 litros fue en enero. Tenems las tomateras tan chiquititas que ls tomates de Cor de Bou se van a quedar como Cherry !

    Besotes dobles

    Responder
    • sargantana dice

      1 junio, 2017 a las 14:47

      ¿Sabes que nos haría falta aquí en el Caribe? Vuestros conocimientos de este «món de contraris» que es el campo. Siempre nos viene a la cabeza María porque podría dar solución a muchos problemas de por aquí con el tema de la tierra y el cultivo. Lo que daría yo por tener mi propio huerto… Así que estáis oficialmente invitadas (por si no os habíais enterado ya). Bajo la sombra de una mata de coco tampoco es que se esté mal… Poned fecha 😉
      Besos caribeños.

      Responder
  5. Alex dice

    9 junio, 2017 a las 18:02

    Hola Laura,

    Es un placer leerte de verdad, vivan las personas positivas!

    Curiosamente mi vida dentro de poco se parecerá un poco a la tuya, ya que en Julio iré a trabajar a un hotel en Punta Cana (de la cadena canadiense Royalton). Me acabo de graduar y tuve que elegir entre una oferta en un hotel de Doha (otra coincidencia) y otro en Punta Cana, y finalmente, me decidí por el Caribe ya que pienso que seré allí mas feliz (eso si, trabajando igual o más duro que en Qatar!).

    Espero verte por allí pronto y que me cuentes más secretos de ese hermoso país con una Presidente en mano !

    Un abrazo

    Responder
    • sargantana dice

      21 junio, 2017 a las 23:52

      Bienvenido Alex y gracias por compartir 😉
      El mundo es un pañuelo, y de verdad. Otra casualidad, yo aterricé por primera vez en Punta Cana el mes de Julio de hace un año, así que prepárate para pasar calor. Aunque este calor es de risa con los 50 grados a la sombra de Qatar. Espero que tu experiencia sea tan positiva como la mía, ya sabes, mente abierta y dispuesto a aprender. Las comparaciones son odiosas, pero puestos a trabajar, me quedo con la bachata en lugar de las versos de las mezquitas y prefiero una Presidente a una ginger-beer sin alcohol, jajajajajajaja!!!
      Cualquier duda, ya sabes dónde encontrarme.

      Saludos y hasta pronto.

      Responder

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