
Dicen que hecha una mudanza hechas todas, una se acostumbra a cambiar de país como quien cambia de barra de labios. Sin embargo, la rutina de los últimos años no ha perdido ni un ápice de emoción.
Sigo sintiendo el mismo encogimiento en el estómago, la misma ansiedad al revisar una y otra vez el contenido de las maletas repasando mentalmente todo aquello que pueda necesitar en mi nueva vida, como si al cerrar la puerta tras de mí no hubiera vuelta atrás y se abriera un universo nuevo. No en vano, un mundo totalmente desconocido va a abrirse esta misma noche.
Un mundo totalmente desconocido va a abrirse esta misma noche
Entraré en mi nuevo hogar; por cuánto tiempo, nunca lo sé, cada vez contemplo menos el tiempo lineal. Dormiré en mi nueva cama y despertaré en un lugar con nuevos olores, otros colores y sonidos que imagino melodiosos y musicales. Pero todo está en mi imaginación.
Aunque no suelo recrearme mucho en cómo va a ser todo lo que está por llegar, esta mañana observo el apartamento de Cancún, vacío, desprovisto de todo aquello que le dio una esencia de hogar durante seis meses. Las paredes vacías parecen despedirse con tristeza en ausencia de los libros y las plantas que les dieron tanta vida, la nevera vacía y la oscuridad del manglar a las 5 de la mañana. Silencio.
Me miro en el espejo por última vez, arreglada con un colorido vestido elegido en el último minuto para llegar a mi nuevo hogar con una imagen alegre. De pronto, vestir de negro me parece un mal augurio para empezar una nueva vida, como si de repente me hubiera convertido en una persona supersticiosa. Sólo hay una oportunidad para causar una buena primera impresión.
A mis 40, me reafirmo en lo afortunada que soy por vivir más allá de mis propios sueños
A mis 40 -y mi cuarto país en menos de tres años- me reafirmo en lo afortunada que soy por vivir más allá de mis propios sueños. Viajar, conocer mundo, absorber culturas tan diferentes entre sí y compartirlas con mi compañero de vida. Sólo las arrugas en mi cara y las redondeces en los contornos de mi cuerpo me delatan, porque sigo sintiéndome una niña soñando despierta.
La única diferencia es que la experiencia adquirida en el curso de la vida, la confianza en mí misma a la hora de tomar decisiones y la fuerza de voluntad me permiten hacer realidad cada uno de mis deseos dando forma a esos sueños.
La confianza en mí misma a la hora de tomar decisiones y la fuerza de voluntad me permiten hacer realidad cada uno de mis deseos dando forma a esos sueños
La despedida es, como casi siempre, agridulce. Siento que, a pesar de la brevedad de mi estancia en la península de Yucatán, mis esfuerzos por beber de la cultura y paisajes de la Riviera Maya han sido intensos.
Pero al mismo tiempo me emociono al pensar que una nueva aventura me espera nada más cierre la puerta y me suba al siguiente avión. Nuevas tierras y nuevos proyectos personales y profesionales.
¿Quién dijo crisis a los 40? Quizás se refiera a la habilidad para asumir los cambios como oportunidades únicas y de la capacidad de reinvención que tenemos ante cada nuevo reto.
Puede que juegue con la ventaja de haber aprendido la lección: los comienzos resultan ser siempre aparatosos. Por un lado porque llegas con las expectativas que se van formando en el subconsciente, unidas a las ganas de descubrir un mundo nuevo.
Aprendes a asumir los cambios como oportunidades únicas y de la capacidad de reinvención que tenemos ante cada nuevo reto
Pero resulta que nada es como te imaginas, y lo más habitual es decepcionarte una y otra vez porque no siempre las cosas dependen de uno mismo. Hasta que aprendes un lenguaje nuevo o te das cuenta que sólo se trata de ver las cosas con otra perspectiva.
Al fin y al cabo, es el juego de la vida, del mismo modo que aprendemos a observar un cuadro abstracto, a deleitarnos con un paisaje romántico del siglo XIX o con una escultura renacentista sin salir del mismo museo.
Nosotros, simples mortales, somos espectadores de la vida con la ventaja de poder adoptar diferentes roles en una misma representación. Por qué conformarse con el papel secundario cuando podemos ser protagonistas de nuestra propia vida. Lo importante es tomar consciencia de lo que queremos ser y cómo queremos vivir. La vida está llena de oportunidades, pero hay que saber verlas y aprovecharlas, y por qué no, tener un poco de suerte de nuestro lado.
Por qué conformarse con el papel secundario cuando podemos ser protagonistas de nuestra propia vida
Así que, sobrevolando las aguas caribeñas, miro por la ventana, respiro profundamente y me repito a mí misma que no me afecta cumplir años ni saber qué me depara el futuro, porque me siento más viva que nunca, motivada para seguir descubriendo mundo y consciente de que si quieres, puedes.
Mi nuevo hogar me recibe con lluvia, sin duda para refrescar el ambiente habitualmente sofocante. El color predominante es el verde, el verde de la vegetación que inunda estas tierras. El olor es el de la naturaleza en estado puro y los sonidos, tal y como me había imaginado, musicales, muy musicales. Nos espera en el mismo aeropuerto una banda que toca y baila merengue, y una simpática aduanera nos explica la diferencia entre éste y la bachata.
Estamos en Bávaro, República Dominicana, donde desde el primer momento se respira alegría y se regalan sonrisas. La amabilidad de la gente se siente sincera, una sensación que con el paso de los días se confirma como verdadera.
Todo tiene su ritmo, el ritmo de la música como elemento cultural omnipresente, ya sea en la cola de la caja del supermercado o los mismos camareros bandeja en mano, porque el ritmo está en sus venas.
De paraíso en paraíso, me dicen algunos. Playas tropicales de arena blanca y aguas turquesas que no harán que eche de menos mi querida Riviera Maya. Algo me dice que he llegado para quedarme, así que bienvenidos a mi nuevo y cálido hogar.
(*) Gracias a Pco.arte por la ilustración de la portada: http://cargocollective.com/pco
Yes!! Estava nerviosa i tot sister per saber on havies anat a parar! Me n’alegro molt! Seguire les teves aventures!
Ja veus que no hem partit gaire enfora, el Carib està genial, jajajajajajaja!!!!
I com van les teves aventures? 😉
Sort i salut!!!!
De moment vaig ben servida, que duri!!!!
😉
Molta sort, Sargantana… mallorquines por el mundo.
Gracis Rafel, ni t’imagines quants mallorquins hi ha per aquí, sobrassada i tot he trobat!!!!
Felicidades !!!! Estoy deseando que escribas el próximo post desde allí !!! Yo viajo contigo cuando los leo y me imagino siendo yo la protagonista de tus aventuras …..Es otra manera de viajar , como ya sabes me encantaría. Muchos besos
Tranquila, tendrás tiempo para venir a comprobarlo por ti misma. A mí me da que estaremos una temporada por aquí. No sabes cómo me alegra saber que viajas conmigo, ¡tú también podrías escribir un libro de aventuras autobiográficas! Siempre recordaré que me enseñaste a pensar que hay muchas cosas que criticamos fuera y que pasan también en España ¡fuera prejuicios!!! 😉
Besos.
Y yo qué te escribí un post cuando publicaste y no lo veo por ningún lado… Bueno ahí va otra vez; desearte muchísima suerte y que nos mandes muchas fotos desde esos paraíso caribeños espectaculares! Tienes mil islas por recorrer, no sé si vas a tener tanto tiempo!! 🙂 yo ya voy ahorrando. Este año mi hermano se me casa y nos tocan las vacaciones en España, pero veo un viaje espectacular el año próximo y tú no haces más qué darme ideas:-) un abrazo y deseando leerte la semana próxima! Xx F
¡Y a mí que me faltabas tú!
Efectivamente, una vida no me va a dar para todo lo que me queda por ver, esto es inabarcable. Eso sí, hemos tenido una bienvenida tan cálida que pienso que vamos a quedarnos por aquí una temporada. En cuanto a la Península de Yucatán, lo digo sinceramente, ha sido todo un descubrimiento porque más allá de los circuitos turísticos hay lugares donde aún es posible disfrutar de la soledad y de la naturaleza en estado puro.Me quedó pendiente un último post de mis lugares favoritos, algún día lo escribo para ti 😉
Os deseo un feliz verano, no pinta nada mal cambiar el desierto por unas vacaciones en familia y ¿en Galicia? Ya mandarás fotos 😉
Besos y gracias por estar siempre ahí Florita, bunch of kisses!!!!
Laura.