
Cucaracha es un término que he adoptado cariñosamente para referirme al uso de la abaya negra por parte de las mujeres catarís. Se trata de una prenda holgada, de mangas anchas, de color negro. Según requiere el Corán las mujeres deben cubrir completamente su cuerpo, incluidas las manos y los pies cuando estén en público. Aunque las jóvenes catarís cada vez se atreven más a mostrar su cara en público, es obligado cubrir el pelo y el cuello con un pañuelo denominado hijab. Las mujeres más mayores cubren su cara con la llamada batula, típica de los países del golfo pérsico, ya que simboliza el estatus familiar y el respeto. La batula puede ser un simple trozo de tela que cubre absolutamente todo el rostro, a veces con dos pequeños agujeros para poder ver a través de ella o, más elaborada, una máscara de color dorado reservada para las más pudientes mujeres de la ciudad. También pueden llevar un niqab, que cubre toda la cara excepto los ojos.

Últimamente he tenido muchas conversaciones con hombres musulmanes acerca del uso de la abaya, una costumbre difícil de entender para mí en pleno siglo XXI. Todos ellos afirman que es parte de su cultura aquí en Catar, y que nada tiene que ver con la religión. De hecho, en países musulmanes como Turquía, Egipto, Malasia o Indonesia, su uso no es obligatorio.
Aunque su origen sea posiblemente religioso Qur’an 33:59, los versículos del Corán son interpretables. Y entiendo que el uso actual de las abayas en Catar, del shador en Irán o de sus sucedáneos en otros países musulmanes sea ahora más bien parte de la cultura y de la tradición de estos países.
Sin embargo desconozco el Islam, así que para más información un artículo muy interesante: The burqa, Islamic or Cultural?
El keep it simple como máxima me ha llevado a simplificarlo todo en el término cucaracha que lejos de ser despectivo es una manera divertida de referirme a este local dress code, sin ánimo de ofender.
Por otro lado, el término pijama me salió espontáneamente al contemplar el local dress masculino. En un país de dos millones de habitantes donde sólo el 15% son autóctonos, el uso del thawb ( plural thiyab) es una manera de expresar su identidad. Y lo lucen orgullosos. Es una prenda que cubre todo el cuerpo desde la nuca hasta los tobillos. No es excesivamente holgada, sino que estiliza el cuerpo masculino y resulta francamente elegante. Sin embargo, la creciente obesidad entre los jóvenes hacen de esta prenda una muestra de las incipientes barrigas masculinas. En verano se confecciona con una tela fina y ligera, de color blanco, y en invierno se utiliza una tela más pesada y puede llevarse de colores más oscuros. Están hechos a medida por los sastres repartidos por toda la ciudad, y siempre están perfectamente planchados. Con puños y cuellos de camisa elegantemente adornados con gemelos de oro, que no dorados. Acompaña el estilismo la ghutra, un enorme pañuelo habitualmente de color blanco o con cuadrículas blancas y rojas que adorna la cabeza (y protegerá seguro del sol en verano) con un no menos elegante agal. Se trata de una cuerda negra cuya finalidad es la de fijar la ghutra en la cabeza.

Una vez aclarados estos conceptos os cuento que hoy he descubierto por azar un nuevo parque en la ciudad, un pulmón en este desierto que, estoy segura, presentará su candidatura a los próximos Juegos Olímpicos (ahora que Madrid ha tirado oficialmente la toalla). No en vano el Aspire Zone que da nombre al parque es la moderna ciudad deportiva de Doha que se propone formar futuras estrellas olímpicas. No le falta nada de nada. Todo a lo grande. Hasta su estadio de fútbol es una copia no exacta del de la selección de la QE2 (aludiendo a la manía de los ingleses a utilizar siglas para todo). Arco incluido. Si los fantasmas de Wembley hablaran…

He empezado a caminar en busca de algo nuevo. Algo con qué llenarme. Aire puro.
A primera vista la estampa es familiar. Son las 11am de un soleado martes.
Las cucarachas pasean con amigas o con sus proles.
Las cucarachas van vestidas rigurosamente de negro (black abaya) de arriba abajo, la mayoría incluso cubren su cara con la misma tela que cubren sus pies. Y por supuesto con enormes gafas de sol y bolsos carísimos, todo de marca.
Los niños pasean, que no corren, porque no pueden. La obesidad infantil es un serio problema en este rico país. En cambio otros chavales me hacen reír. No tendrán más de diez años y ya llevan el pijama (thyab) puesto. Pero ello no les impide probar con los patines. Y no se les da nada mal. A la selección catarí de patinaje en línea, fijo.
La mayoría de las cucarachas van en grupo. Todas con su Chanel colgado del brazo. Pero algo me llama la atención, algo no cuadra. Son sus pies. Una shoe fashionista como yo no podía no darse cuenta de que las cucarachas ¡se han bajado de sus Louboutin! Y lo que es peor, han sustituido sus carísimas suelas rojas para adornarse con coloridas Nike, OMG!!!
Para que quede claro, los Louboutin son para las catarís lo que los Manolos a Carrie Bradshaw en Sex and the City.

Cuesta creer que debajo de esos terroríficos pijamas negros haya un cuerpo de mujer. Si juegan al misterio y a la provocación con su exagerado maquillaje, le dan mil vueltas a Lady Gaga porque aquí estoy yo preguntándome qué formas femeninas esconden tantos metros de tela. Una tiende a pensar que las ropas holgadas sólo sirven para ocultar exceso de calorías.
Por el momento está claro que se preocupan por su físico, o por su salud, a saber. Incluso alguna ha sustituido su bolso Chanel por una vulgar botella de plástico. Parlotean sin parar, pero es un buen comienzo.

Pero empiezo a focalizar mi atención y observo algunas cucarachas solitarias agua en mano caminando a velocidad de crucero. Aún no se animan a correr, pero ya se andará.
Observo a dos jovencitas sentadas bajo la sombra de un árbol, sobre el césped. Parece que estén charlando animadamente. Una de ellas se tumba boca arriba, igual va a echarse una siesta. Sin embargo veo cómo eleva su pierna derecha una y otra vez. No me lo puedo creer ¿estará haciendo abdominales? Su pijama se escurre entre las piernas cada vez que realiza el ejercicio dejando al descubierto un gran misterio para mi ¿qué llevarán debajo?. Pues unas oscuras mallas de deporte, negras para ser precisa. Me río al pensar que al menos serán de marca. Veo cómo intenta repetir el ejercicio sin que se le escurra la tela, pero entonces me sorprende mirándola, y con movimientos azarosos se cubre y se incorpora.
Me ha pillado.
Avergonzada por haber sido tan indiscreta ante una tímida y joven cucaracha me dispongo a terminar mi paseo, y de regreso al coche observo sólo a las occidentales que se cruzan por mi camino.

¿Por qué empujan todas un carrito de bebé?
¿Por qué empujan todas un carrito de bebé y además pasean otros vástagos?
¿Por qué empujan todas un carrito de bebé, pasean otros vástagos y además están embarazadas?
¿Se han propuesto repoblar la península arábiga?
Está claro que las occidentales menores de 30 han aterrizado en este pequeño país del brazo de sus trabajadores y fértiles maridos para procrear con todos los gastos pagados.
Yo hace tiempo que decidí no relacionarme con ellas, por si fuera contagioso.
Así que moviendo de un lado a otro la cabeza me dirijo hacia mi precioso bebé de sólo una semana de vida que he dejado solo, aparcado y sin sollozos diciéndome a mí misma que no sé muy bien que hago yo aquí, pero que ya me encontraré.
jajajaja mujer, «tapaditas» o ninjas puede ser otras opciónes jejeje 😉
¿Ninjas??? jajajajaja, aquesta sí que és bona, no l´havia sentida encara 😉
Jajaja jo tb las llamo cucarachas 🙂
Yo creo que pronto lo incluirán en la RAE ;p
Yo también les llamo ninjas, a las que solo se les ven los ojos. Un término más gallego son «curuxas» un tipo de bruja, y por ende, cuando van juntas y es de noche, formarían un aquelarre.
También he oído que les llaman «post box», ya que a las que solo se les ven los ojos, parece la ranura de un buzón de correos.
Un saludo!!
P.D. voy a seguir buceando por tus posts 😉
Bienvenida Amaya, ya vamos teniendo una colección de adjetivos de lo más variado, jajajajajajaja…
Yo de noche me acojonaría un poco si me las encontrara en modo cuadrilla.
Me quedo con «post box», muy bueno 😉
Por cierto, escribe algo sobre las saudíes, a ver si son tan estiradas como las de por aquí, ¡me muero de curiosidad!
Besines y gracias.
En el coran no se menciona que la mujer deba cubrir su cuerpo… Solo su cabello..lo de las mascaras o cubrirse la cara no es por religion es por costumbre, las mujeres beduinas lo usan para protejerse del sol..
Los hombres usan el blanco por que son puros (segun ellos…) y las mujeres nop, por eso visten de negro…..
En su forma de vestir, actuar, etc mas que por religion.. Es por costumbre… Actualmente el padre o el esposo son los que deciden si las hijas, esposas, deben cubrirse la cara…
Aunque muchas mujeres ya estan tan acostumbradas a usar la abaya que no saben andar sin ella..aunque el esposo las autorice a no usarla….
Muchas gracias Marisel por aportar tantos datos. He estado leyendo y he hablado con muchos musulmanes últimamente sobre este tema, pero cuesta encontrar respuestas. Supongo que es porque hay un poco de todo, y se mezcla una cosa con otra. Incluso en los diferentes países de Oriente Medio las costumbres cambian.
Así que las mujeres por no ser puras no pueden ir de blanco, qué interesante, mmm…
Sigue compartiendo, por favor, es muy interesante todo lo que aportas.
Gracias… Se me paso comentar que el hecho que anden muy tapados, haciendo tanto calor es para conservar la humedad en el cuerpo y no deshidratarse (lo usaban y usan los beduinos), yo despues del tiempo vivido aqui en Doha y antes casi 4 anos en Oman ya aprendi a andar siempre de manga larga, claro con ropa de lino… Con el tiempo y la convivencia va uno medio entendiendo la forma de vida de estas personas… Y hasta le agarra gusto.. Por ejemplo eso de poner incienco y/o bahur dos veces al dia en las casas para purificar el ambiente o de perdiz quitar los olores de comida.. Etc…
Pues yo estoy por comprarme una abaya, porque sólo estamos en mayo y este calor y esta humedad ¡ya es insoportable!
Lo bonito de ir plasmando mis primeras impresiones es que espero ir conociendo esta sociedad, esta cultura y esta religión. Estoy segura que veré una evolución en mi propia perspectiva. De hecho, estoy publicando cosas que escribí hace tres meses (cuando no me había planteado hacerlo público) y ahora cuando lo releeo sé que he cambiado de parecer en algunas cosas. Por eso no quiero renunciar a esas primeras impresiones de cuando llegas a un lugar nuevo.
Aunque si te digo la verdad… hay días y días ;P
Saludos.
¡Hola!
Entre el incienso dos veces al día y las ropas tan tapadas para conservar la humedad en el cuerpo y no deshidratarse… trato de imaginarme los olor corporales y el gusto de los ciudadanos cataríes por el buen perfume.
Saludos
Condesita, lo primero que me vino a la cabeza fue la imagen de la corte de María Antonieta en Versalles, todas empolvadas y monísimas envueltas en pachuli para disimular el hedor bajo sus fantásticos vestidos… Pero como es francés les debe parecer «très chic».
Personalmente lo de los olores lo llevo fatal…
Besines a las dos 😉