
Desde que Daniel Goleman publicó el superventas La Inteligencia Emocional en 1995, casi un cuarto de siglo después seguimos hablando de ella, pero ¿qué demonios es? ¿quién la tiene? Y más importante ¿para qué sirve?
Recuerdo que yo tenía por aquel entonces 20 años, quizás alguno más porque se debió publicar más tarde en España. Una amiga llegó un día muy enfadada con el libro debajo del brazo “mira que me ha regalado mi novio”, me dijo toda ofendida “¿qué estará insinuándome, qué soy tonta?”. Luego supe que estaba saliendo con alguien bastante mayor que ella, médico para más señas. Y muchos años después supe de qué iba eso de la Inteligencia Emocional.
Este conocimiento me está resultando sumamente útil no sólo con mis clientes en las sesiones de coaching, sino en mi vida personal. Es especialmente beneficiosa su aplicación en el mundo laboral y en las relaciones sociales y de pareja. Pues bien, para trabajar la Inteligencia Emocional (IE) primero hay que saber ¿de qué estamos hablando?
¿De qué estamos hablando cuando hablamos de Inteligencia Emocional?
¿Para qué sirve la Inteligencia Emocional?
La Inteligencia Emocional tiene un propósito: proporcionarnos bienestar y felicidad. Sin embargo, es una habilidad innata que se desarrolla durante la infancia. Eso significa que en realidad no se puede adquirir, la tienes o no la tienes. La Inteligencia Emocional se define genéticamente igual que las aptitudes que tenemos.
Tener Inteligencia Emocional es muy útil para darte cuenta de tus propias emociones y de las de los demás, así como la capacidad de gestionarlas adecuadamente.
Esta es la definición con la que yo me quedo: la Inteligencia Emocional te ayuda a gestionar las emociones. ¿Para qué? Para ser más feliz.
Obviamente si Goleman vendió millones de ejemplares diría algo más ¿no? Por supuesto. Además, si es innata ¿para qué seguir leyendo? Se tiene o no se tiene. Sí pero no, porque se puede aprender y se puede entrenar, aunque no cambiar de manera profunda ni modificar la estructura biológica.
No es el estrés que nos haga caer, es cómo respondemos a las situaciones de estrés, Wayde Goodall
Porque la Inteligencia Emocional tiene un sustrato biológico. Para hacerlo simple, digamos que en el cerebro se localizan las estructuras y receptores que hacen que una persona se encuentre mejor o peor. Aunque hay causas exógenas que inciden como son el entorno, hay unos ciertos límites determinados por nuestra genética que no pueden cambiarse, pero sí modularse. De eso nos habla Goleman.

Para Goleman, la Inteligencia Emocional nos permite:
- autoconocimiento: me conozco y sé lo que quiero
- identificar, expresar y controlar los sentimientos
- controlar los impulsos y posponer las gratificaciones
- nos permite manejar la tensión y la ansiedad
¿Qué son las emociones?
1_Las emociones son sensaciones subjetivas vividas:
Son el resultado ante un tipo de estímulo ambiental que activan todo el organismo en relación a lo que se siente y a sus reacciones fisiológicas ¿quien no se ha ruborizado o ha empezado a sudar sin control? Por lo tanto. las emociones son el resultado de la interacción de la percepción de estímulos ambientales y las respuestas neuronales, hormonales y los pensamientos.
2_Las emociones son necesarias:
La gente tiende a creer que las emociones nos impulsan a hacer cosas irracionales. Si no fueran necesarias para nuestra supervivencia, la selección natural las habría eliminado ¿crees en Darwin, no?
3_Las emociones son respuestas automáticas:
Somos conscientes de nuestras emociones pero que no las podemos elegir porque son ser respuestas automáticas antes ciertos estímulos. Por ejemplo, las emociones desagradables quisiéramos evitarlas, cambiarlas, pero no podemos. Sentirse triste, celoso, ansioso, etc.
Cambia tu atención y cambiarás tus emociones. Cambia tu emoción y tu atención cambiará de lugar, Frederick Dodson
En primer lugar, recordar que todas las emociones tienen una función para nuestra propia supervivencia. Y no hay emociones buenas o malas, sino necesarias. Las emociones básicas y su utilidad pueden resumirse en:
- Miedo ante la amenaza: nos protege de lo desconocido, es una emoción que nos previene de una relación problemática y la necesitamos por un instinto de protección;
- Sorpresa ante la curiosidad, nos sirve para orientarnos y para reconocer oportunidades nuevas;
- Asco para protegernos, por ejemplo, nos protege rechazando lo que puede ser nocivo para nosotros, es necesario para poder elegir lo que nos gusta y lo que no. El asco nos permite evitar confundir la lejía con el agua, por ejemplo, o que un niño rechace un limón al ponérselo en la boca;
- Ira ante la transgresión de nuestros derechos o normas, sirve para marcar nuestros límites;
- Alegría como sinónimo de ganancia, permite la socialización, el contacto interpersonal, celebrar logros y la reproducción;
- Tristeza ante la pérdida, nos permite la reintegración y a reconocer el valor de lo que teníamos.
Por supuesto hay signos que no podemos controlar ni cambiar (sólo si actuamos químicamente) como son los temblores, el enrojecimiento, la sudoración, la respiración agitada, la dilatación de las pupilas o el aumento del ritmo cardíaco.
La Inteligencia Emocional sirve para gestionar las emociones
¿Para qué sirve controlar las emociones?
- para conocernos mejor, para conocer a los demás y tener conciencia de uno mismo. Es la percepción de nuestras propias emociones y de cómo nos afectan. Se trata de conocer nuestros puntos fuertes, virtudes, y nuestros puntos débiles, si somos impulsivos o no, etc.
- para elevar la empatía hacia los demás. Si esta parte no funciona tendremos grandes limitaciones en la vida;
- para automotivarnos, porque las emociones motivan. Sin emociones no tendríamos fuerza para alcanzar nuestras metas y ponernos objetivos en la vida. Emocionalmente nos fijamos en lo que nos motiva, en las cosas que nos importan. Por ejemplo, una embarazada sale a la calle y sólo ve embarazadas. No es que antes no hubiera embarazadas, es que no les prestaba atención.
- también ocurre con la capacidad de recordar o de memorizar. La información con carácter o contenido emocional es prioritaria a la información que no tiene ese contenido. Todos recordábamos dónde estábamos el 11-S o el día del asesinato de Miguel Ángel Blanco. Es difícil olvidar procesos o información que tienen carga emocional;
- controlar las emociones sirve para tener habilidades sociales, para mejorar la asertividad, y para superar las dificultades y las frustraciones.
¿Y por qué cuesta tanto entrenar la Inteligencia Emocional?
# Porque es más fácil trabajar sobre la parte física (ir al gimnasio para trabajar los músculos) que trabajar sobre la parte emocional (voy a dejar de tener miedos).
# Porque requiere mucha predisposición, buenos profesores, buenos métodos de trabajo, esfuerzo y constancia para modificar con los medios que tenemos.
Volviendo al recuerdo de mi amiga cuando le regalaron el libro de David Goleman: «¿mi novio insinúa que soy tonta?»
Razón y emoción, la clave de la Inteligencia Emocional
Una persona inteligente intelectualmente es aquella que tiene una gran capacidad de análisis.
La persona con inteligencia emocional es la que se conoce y sabe valorar lo bueno y lo malo que tiene en su parcela emocional. Es aquella persona que sabe controlar sus emociones en situaciones difíciles, que controla la gratificación y que tolera la frustración.
Ser una persona lista intelectualmente hablando es importante, pero ser listo emocionalmente quizás lo sea más.
La unión de los dos tipos de inteligencia es la excelencia para algunos estudiosos. Para Goleman, la Inteligencia Emocional es el 80% del éxito en la vida.
¿Sustituirá en el futuro la IE–si no lo ha hecho ya- a la Inteligencia Intelectual?
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