
Ha pasado ya un año desde que decidí dar un cambio a mi vida. Un año intenso en todos los sentidos. Abandonar el hogar seguro, la estabilidad laboral, económica, familiar. Todo, por aventurarme en un viaje sin billete de vuelta.
La curiosidad es la que mueve al hombre hacia lo desconocido, la que nos incita a probar cosas nuevas. En definitiva, es el motor de nuestra propia evolución. Sin la curiosidad el hombre se estanca, no avanza.
Así que resumiría este año como el de la adaptación al cambio y el de mi propia evolución, y puedo decir que lo he conseguido. Por fin estoy bien conmigo misma por las decisiones que he ido tomando durante estos últimos doces meses. Como la de no trabajar.
Al iniciar este viaje tenía muy claro que quería un break para pensar qué quería ser de mayor. Cuando estás encarando los 40 es muy fácil (y diría que natural) seguir con la vida que uno ha ido construyendo durante su etapa de transición a la madurez: has estudiado, has tenido empleos mil, probablemente te has casado, incluso has formado una familia. Y entonces ¿qué?, ¿qué margen te queda para cambiar de dirección? Lo único que puede que te queden son agallas para dar ese paso adelante, sino, estás en ángulo muerto.
Sin embargo, el camino nunca es fácil. La mayoría de la gente va sacrificando por el camino bienes materiales, pérdidas económicas, la buena comida, la familia y los amigos (olvidemos las nuevas tecnologías, el face to face y los abrazos son irreemplazables), por no decir que pocas parejas soportan el cambio y se tornan frágiles como un jarrón de porcelana china.
Y aquí estamos los que seguimos poniendo empeño en alcanzar nuestros sueños.
Durante toda mi vida he sido una luchadora, todo lo que tengo lo he conseguido gracias a mi esfuerzo, y me enorgullezco de ello. Laboralmente tuve éxito en mis objetivos y hubo un tiempo en el cual no había nada más importante que mi trabajo. Tuve ambición, y todo era secundario a mis logros laborales. Jamás me importó sacrificar mi tiempo libre, tenía sed de éxito. Gracias a mi trayectoria laboral desarrollé habilidades que definieron mi propia personalidad, habilidades que fueron igual de útiles en el terreno laboral como en el personal. Me permitió viajar y conocer a personas realmente interesantes, incluso llegué a hacer muy buenos amigos que aún conservo. He conocido a gente extraordinaria que me ha aportado muchísimo en diferentes aspectos de mi existencia y, qué decir tiene, me ganaba muy bien la vida, gracias a lo cual fui siempre independiente.
Sin embargo, llega un momento en el que te vuelves mayor, o quizás simplemente sucede que un día te das un golpe en la cabeza y lo ves todo de manera muy diferente.
Trabajar duro para pagar cada vez más facturas e impuestos que acaban en los bolsillos de sinvergüenzas corruptos, ahorrar para la jubilación que el Estado no te garantiza aunque hayas cotizado toda tu vida. Trabajar hasta envejecer para asegurarnos un futuro mejor. Al carajo, ¿y qué hay del presente?, ¿acaso ese futuro prometedor va a garantizarme algo que realmente desee?
Me ha llevado exactamente un año asumir mi nuevo rol en la vida. Y no me avergüenza decir que parte de culpa la ha tenido el blog de un financiero que escribió algo así sobre Cómo mejorar tus finanzas en 31 días (enlace). Cayó en mis manos de manera accidental, pero hizo su función.

En resumidas cuentas, ha sido el espaldarazo final que refuerza mi decisión: los objetivos y la ambición laboral no tienen por qué ir ligados a las ambiciones personales. Tanto es así, que en esta nueva etapa de mi vida no encuentro ninguna relación. Y por evidente que resulte, nadie trabaja si no es por dinero, y trabajar más no siempre implica aumentar el salario. Pero si se diera la carambola de “trabajar más es igual a ganar más dinero”, ten por seguro que cuanto más ganes más gastarás.
Personalmente me he visto reflejada en las palabras de la mayoría de la gente que me rodea, como las de mi amiga Marta hace unos días: «mira, al final que hagan lo que quieran conmigo si no valoran mi trabajo. Ganaré menos dinero, ya me da igual. Mi trabajo no me emociona y ya sé que jamás brillaré en esta empresa, pero lo tengo asumido. No quiero que el trabajo me cree más ansiedad e insatisfacción. Intento mejorar día a día para sentirme mejor, y eso es lo que me da de comer, así que ya está bien».
Entonces, ¿sale a cuenta trabajar? No voy a ser purista, al fin y al cabo yo no soy la experta financiera. Sólo utilizo la información a mi conveniencia para justificar mi decisión. Personal e intransferible.
El blog de Emilio Romero no sé si es original o no porque soy de todo menos una experta en finanzas. Pero me lo he pasado en grande leyéndolo porque plantea cosas tan reales como que trabajar nos cuesta dinero: el coche, la gasolina, los cafés y/o copas que te tomas con los compañeros, las comidas fuera de casa, la ropa, hasta el regalo del amigo invisible en Navidad con tus colegas (que no tienen por qué ser tus amigos).
La propuesta del experto financiero es que calcules el sueldo neto que te queda después de incluir no sólo tu nómina, sino después de restar todos estos gastos derivados de mantener tu puesto de trabajo (e incluye la lista anteriormente citada) además del tiempo invertido en él: lo que tardas en ir y volver de tu oficina, las horas extra que haces en el trabajo, en casa o en la cama (me refiero a las horas que das vueltas a los problemas laborales y te impiden dormir o tener una relación sexual saludable), asistir a eventos relacionados con tu puesto de trabajo, etc.
¿A cuánto te sale la hora? Imagina que te ha salido un salario neto de 10€ la hora. Pues para comprarte esos zapatos que te vas a poner una vez al año que cuestan 100€, tendrás que trabajar 10 horas. Es el valor de las cosas, lo que cuesta la vida, el precio que le ponemos a nuestro tiempo.
Pero este planteamiento también sirve para los que no se pueden permitir el lujo de no trabajar, o para los que tienen un buen salario. Pongamos por caso, sueldo de 3000€ al mes, pero la hora, una vez descontado lo que cuesta mantener el puesto de trabajo y el tiempo invertido, no compensa. ¿Quién dice que no podamos trabajar en algo para lo que posiblemente estamos sobradamente cualificados, pero que aunque represente menos ingresos haga aumentar de manera exponencial nuestro tiempo libre y nuestra calidad de vida?. Igual tenemos más tiempo para dedicarles a nuestros hijos (y nos ahorramos la guardería) o a nuestra pareja (que la tenemos olvidada), o a los hobbies que no sabíamos que teníamos. El precio lo ponemos nosotros.
Y la pregunta retórica que todos hemos escuchado, ¿trabajas para vivir o vives para trabajar?
Este primer ejercicio me alienta, la vida de estudiante sale muy económica. Trabajar o no trabajar debe ser una elección personal. La sociedad actual se mide desde el punto de vista económico, eres lo que ganas. Más aún, la historia del mundo moderno sólo se ha estudiado desde el parámetro económico y del avance tecnológico. ¿No nos estaremos perdiendo algo?, ¿acaso no estamos construyendo un modelo de mundo “artificial” que sólo disfrutan unos pocos? (y no voy a dar nombres).
Y ya entrando en temas más metafísicos, ¿trabajar nos proporciona felicidad? Y me pregunto qué cuesta la felicidad y qué nos proporciona la felicidad. Tendemos a materializarlo todo y nos olvidamos de los valores que realmente importan, incluso olvidamos que hay valores que no están en venta.
Otro ejercicio, y no menos importante, es el de definir lo objetivos y principios en la vida, tanto a nivel personal como a nivel laboral, a medio, a corto y a largo plazo. ¿Muy manido? Sí, pero ¿cuánta gente lo hace? Personalmente lo hago en la cama, antes de dormirme, o por las mañanas, cuando me despierto antes de que suene el despertador y estoy una hora en ese estado de vigilia maravilloso. Es cuando me viene la inspiración.
Se trata de hacer una fotografía de TU realidad como punto de partida.
Y aquí empezó mi propia introspección hace ahora un año: acercarme peligrosamente a los 40 hizo plantearme si quería continuar con el tipo de vida que me había construido. Y la respuesta fue rotundamente NO. No me veía el resto de mi vida haciendo lo mismo, y me planteé cuántas cosas me quedaban por aprender y por descubrir. Qué cosas me estaba perdiendo. Intenté visualizar mi futuro a medio y a largo plazo, y he de reconocer que al principio me supuso un esfuerzo titánico. ¿Cuántas veces me lo había planteado como un objetivo concreto alcanzable? No se trata de soñar, sino de construir herramientas y adquirir habilidades y/o conocimientos que te ayuden a alcanzar esos sueños.
Por supuesto la economía es un pilar básico para poder desempeñarlos, pero después de este ejercicio lo vi muy claro: los ahorros para mi jubilación iban a convertirse en mi tabla de salvación. Puedo y, de hecho, vivo con menos, y curiosamente soy más feliz. Priorizo: menos zapatos a cambio de viajar. Invierto mi tiempo en algo que realmente me llena y hace que me sienta realizada y orgullosa de mí misma. He decidido invertir en conocimientos, y pienso que es la mejor maniobra financiera que puedo hacer para mi futuro.
Como estas premisas no encajaban en mi país de origen (gente mucho más joven que yo con tres carreras, cuatro máster y cinco idiomas, en el paro), pues cambié también de país.
Y si me equivoco, no envejeceré preguntándome “y si…”.
O como dicen los esquimales, “cuando estoy en un lugar, desconozco lo que está pasando en otro”.
Bravo Laura!!!! Ser valiente no es solo cuestión de suerte!!!
No olvido los sueños, vuelvo a lo que no acabó 😉
We never give up!
xx
Buenos dias Laura,
Hace muy poco estuve en una conferencia donde el ponente explicaba que trabajaba mucho, que no tenia tiempo ni para gastar el dinero que ganaba… que si hubiera podido hubiera usado el dinero de su salario para pagar mas tiempo y segir trabajando!!
WoW! Eso viene de una persona que disfruta con su trabajo!
Ahora que estoy moviendome entre emprendedores, me asombro de la cantidad de energia que ponemos en nuestros proyectos, mucho mas que cuando trabajabamos para otros!! y por que? Porque compraríamos tiempo para seguir trabajando…
Desgraciadamente no tengo dos cabezas que pueda alternar cuando salgo de la oficina y todo se mezcla… porque no considero que pueda trabajar sin vivirlo… y a veces vivir también es un trabajo tedioso (de hecho hay mucha gente que se plantea la vida como ir a fichar todos los días!! jejeje).
En cunclusion, Cual es tu trabajo ideal? Aquel que pagarías por hacer!
Estoy totalmente de acuerdo con tu reflexión. Nosotros vivimos en Francia y este es un país donde casi todo lo que ganas te lo quitan los impuestos, es frustrante perseguir objetivos que no llegan por mucho que trabajes, y aquí me doy cuenta de lo absurdo e inhumano que es este sistema capitalista en el que vivimos. Trabajamos para ser infelices, para estar lejos de nuestra familia y el día de mañana cuando uno no aguanta más tener depresiones y tener que tomar somníferos para dormir de tanto estrés, cuando lo normal sería dedicar la vida a ser felices, a estar con las personas que amamos y a no malgastar el poco tiempo que tenemos. Todo eso está montado para llenar los bolsillos de los que crearon el sistema, siendo consumistas todo el día y haciéndonos creer que sin tener muchas cosas no seremos felices cuando lo que nos hace infelices es este ritmo y sistema de vida, pues creo que el humano está hecho para vivir en la naturaleza, rodeado de personas que lo hagan sentir reconocido y respetado y no en una oficina todo el día presionado, estresado y pensando en beneficios, objetivos comerciales, y cosas que nada tienen que ver con la felicidad y la realización personal. El trabajo ha dejado de ser un medio de realizarse para ser algo rutinario y absurdo que no produce nada bueno y la mayoría de la gente no sabe para qué sirve su trabajo, más que para apartarlo de su familia, de la cultura y de lo que realmente le gusta hacer.
Pero cómo dices solo es posible cambiar de vida yendo a un país donde lo normal no sea el capitalismo feroz y la gente siga teniendo valores humanos. ¿Dónde fuiste a vivir tú? ¿Crees que es posible tener hijos y que se integren en una cultura muy diferente o siempre habría un desarraigo? Mi marido yo nos planteamos esto a menudo, ahorrar un poco y marcharnos a otro tipo de sociedad, porque la vida son dos días y hay que aprovecharla.
Espero impaciente tu respuesta.
Hola Cristina, bienvenida y muchas gracias por tus palabras, he leído tu comentario tres veces seguidas: suena duro y es la realidad, qué triste. Al final todos pensamos lo mismo, pero no siempre encontramos palabras para expresarlo, o nos da miedo ser los «raritos» y que nos tomen por locas.
Has expresado perfectamente cuál es el sistema en el que nos hemos atrapado «accidentalmente». Explicaba en un post anterior, el de Uganda, y haciendo referencia al libro «La vida simple» de Sylvain Tesson (francés, por cierto), que hay gente capaz de dar un giro radical a sus vidas, saliéndose del sistema que los rebeldes y anarquistas tanto critican: no quejándose, sino escapando de él.
Creo que no es nada fácil, pero todo es proponérselo y dejar de lado «el qué dirán». No nos han educado para ser felices, sino para tener éxito, en mi opinión. No sabes cuántas críticas recibí cuando tomé mi decisión. La mayoría de la gente no me entendió.
Mi destino ha sido el menos apropiado, pero a la vez es el que me ha condicionado: vivo en Doha (Catar), ahora mismo una de las sociedades más consumistas y materialistas que existen. Se trabaja mucho y la presión es feroz. Precisamente por esto me paré a pensar si realmente quería volver a entrar en el circuito laboral en tales condiciones. No miento, me he podido permitir estar un año sin trabajar tirando de ahorros y consumiendo mucho menos, hasta he aprendido a cocinar 😉
Pero tuve claro desde el principio que no quería malgastar mi vida. Quiero invertir mi tiempo en hacer algo que me llene, que me aporte y que pueda aportar a los demás. No quiero que nadie me mida en función de mi salario y de mis cifras de ventas. Ya pasé por ello, y aunque te llene el ego y el bolsillo, no por eso eres más feliz o te conviertes en mejor persona, porque la vida es algo más.
Yo no tengo hijos, pero aquí en Catar estoy conociendo a muchísima gente (y a muchos españoles) que han sido aún más valientes que yo, han traído a sus familias. Y te aseguro que los niños siempre salen ganando. Les abre la mente, conocen otras culturas y otras lenguas, y te sorprendería saber que se adaptan mejor que la mayoría de los adultos. Yo, ante ellos, me quito el sombrero.
Personalmente espero que éste sea sólo el primer paso, porque una vez has salido de tu círculo de confort se torna todo más fácil, ¿no crees? Tu vida cabe en dos maletas, como se suele decir, y ya te da igual un lugar que otro. Hay muchos lugares por descubrir donde el trabajo cobra otra dimensión. Muchos países de África están en pleno crecimiento y están llenos de oportunidades, igual que muchos otros en Centroamérica y América del Sur. La calidad de vida en los países nórdicos, Canadá o Nueva Zelanda, donde ahí existe de verdad la conciliación entre la vida familiar y laboral. Y la mayoría de los países del Sudeste asiático que empiezan a emerger pero donde está todo por hacer. Y la ventaja que tenemos los «occidentales», es que estos países necesitan profesionales cualificados y, la mayoría, ofrece condiciones muy buenas, no para convertirte en millonario, pero para vivir bien. Cada uno pone en su balanza sus prioridades, así de fácil.
No soy una experta en nada, solo una ciudadana del mundo que sufre como los demás, pero opciones hay muchas. Sólo hay que despojarse del miedo y de los prejuicios.
Porque la vida puede llegar a ser realmente maravillosa.
Un saludo y ¡mucho ánimo!
Diego, ya estoy haciendo lo que realmente me gusta, escribir y organizar los viajes de mis amigos, for free!!!
Sólo espero, algún día, obtener recompensa de mi trabajo. Pero como bien dices, me motiva tantísimo lo que hago que hasta pongo de mi bolsillo para desempeñarlo.
Qué le vamos a hacer, somos unos románticos…
Bunch of kisses 😉
Otra cuestión es la de la vocación. Hay gente que tiene suerte y desde pequeño tiene marcado su pasión o su destino: cantantes, músicos. Aunque yo me pregunto cuántas personas habrá en el mundo que son potencialmente magníficos pintores, músicos, actores y nunca lo sabrán porque no han estado nunca en contacto con eso. Y luego está la mayoría de la gente que trabaja solo para vivir pero no le gusta. Cómo se puede saber aquello para lo que estás hecho y te apasiona de verdad. A mí lo que más me gusta en el mundo es viajar, disfruto planeando viajes, pero claro para viajar hay que tener dinero, todo tiene un precio de momento no he encontrado aquello que me podría permitir ganar dinero aunque no fuera mucho y me hiciera felizy sobre todo me permitiera tener una familia y estar cerca de ellos.
Ahhhhh Cristina, has tocado mi punto débil, touché!
Mi pasión es viajar también, me entra ansiedad cuando no tengo un viaje entre manos. Pero obviamente, aunque se puede viajar con bajo presupuesto, necesitas ingresos. A mí lo único que me quita el sueño es que se me acaben los ahorros, porque entonces me tendré que vender 😉
Hablando en serio, soy consciente de que me la he jugado bajándome del tren laboral aunque sea por un año, pero sé cuáles son mis cualidades y habilidades para reengancharme. Como bien dices, el tema es hacer algo que, aunque suponga ganar menos, te realice como persona y te permita vivir en función de tus necesidades.
Si buscas, encuentras, estoy segura de ello.
Y en relación a la vocación, no sé si será la crisis de los 40, pero me estoy encontrando con mucha gente que, ahora que tienen su estabilidad laboral y/o personal, están dedicando su tiempo libre a explorar y realizar todo aquello que nunca pudieron, ¡y más de uno se ha bajado del tren en marcha!
SISTEEEERRRR !!!! ERES UNA MAQUINA !!!! me encantan tus relatos, tu punto de vista y la capacidad que tienes para plasmar en un papel tus pensamientos, inquietudes y demássss !!!!
Estoy completamente de acuerdo con lo que dices !!!!!
y visto, lo visto…. me da miedo acercarme a los 40 jajajajaja ¿Quién sabe la que puedo liar yo?….. a veces me siento como un gato en una jaula aquí metida en mi oficina…..
Tendré que acatar el consejo que me dio nuestro «cocodrilo Dandy» en el Delta del Okavango: SPREAD YOUR WINDS !!!!! Como bien tu has hecho !!!!! me alegro de que todo te vaya bien. La verdad es que lo que estás haciendo, es «el mejor viaje de tu vida», el que mas te va a aportar… me alegro por vosotros !!! besazos 1000.
Por cierto, se acerca mi cumple. Vienes ??????????
Pero qué bonica eres mi niña… ya sabes que se me da mejor escribir que hablar, pero ya me conoces.
Yo a ti te veo como la sucesora de Dian Fossey, no sé a qué estás esperando. Uganda es un país muy verde y eminentemente agricultor. Víctor podría tener todas las tomateras del mundo si quisiera. Dile que no se haga el remolón, que compre tierras, que plante, yo le monto un pequeño lodge y Gabi se encargará del mantenimiento mientras tú te llevas a los turistas a que aprendan a cuidar y a amar el planeta tierra y a nuestros gorilas.
¿Crees que podrías hacer eso por mí?
El año que viene lo celebras un poco más cerca y nos apuntamos, pero sólo nos quedan 4 días de vacaciones y vamos a ver a la familia.
Un beso y piensa en mi propuesta 😉
P.D. el arroz para las paellas mejor lo trae Víctor de casa.
Enhorabuena!!! Me ha encantado leerte! Por lo que intuyo estas bien… a ver si nos deleitas con más relatos que nos hagan soñar y despertar a la vez! Un beso
¡¡¡Virginia!!!!
«(…) relatos que nos hagan soñar y despertar a la vez», qué artista, me ha encantado 😉
Estoy estupendamente y, como puedes ver, no me he dejado nada en el tintero. Sé que tú has pasado por muchas etapas y eres una mujer de éxito y sabes disfrutar de la vida.
Así que no puedo desearte nada, sólo pedirte que ¡no cambies!!!!
Un beso.
Hola! Una vez mas: Enhorabuena por tu blog.
Hay varias cosas que me llaman la atención. Una de ellas es un comentario que haces sobre cosas que echas de menos, y citas la comida… Veo que la dieta mediterrana ha hecho meya en ti!! Por otra parte, felicidades por haber aprendido a cocinar. Te animo a seguir investigando en el arte culinario!
?En serio conoces a alguien con exactamente tres carreras, cuatro master y cinco idiomas y que no encuentre trabajo? Te lo pregunto dado que es un tema de conversación con el que me he topado varias veces y que me genera serias dudas.
Por otra parte propongo huir de las posiciones extremas. debemos aprender a querer lo que tenemos. Que no se diga aquello de «no te das cuenta de lo que tienes hasta qe lo pierdes». !no seamos desagradecidos con nuestra vidas!
El trabajo perfecto, ideal y soñado no existe, que quieres ser cuando seas mayor? … Pues no lo seras!!! Encontraras a tu principe azul…
Nada de todo eso… Son cuentos!! que sirven para dar unas directrices, son orientaciones para que sepas por donde tirar en la vida… Una vez en el camino, ya veremos.
Por el camino puedes decidir hacer borron y cuenta nueva o tambien puedes ir valorando, aprendiendo a disfrutar del dia a dia y relativizar valorando lo positivo y constructivo con lo que te encuentras cada dia por encima de la malas experiencias que te entristecen.
Despues de leer tu post y los comentarios y despues de escuchar dia tras dia las opiniones de personas insatisfechas con el sistema social en el que viven me siento en la obligacion de revindicar lo contrario: soy feliz y se puede ser feliz con un trabajo que nunca soñaste. Es posible compaginar el trabajo con el ocio, los objetivos y el existo social y laboral. Para ello debemos saber valorar, apreciar y relativizar.
La felicidad no es un agente externo sino es una actitud de vida.
Bona nit!
Condesita, Condesita, a esto le llamo yo un «análisis de texto».
Como todo en esta vida es subjetivo, personal e intransferible y, en mi opinión, hay tantas historias como personas.
En mi caso, tal y como cuento, lo tenía todo, era feliz y me sentía una privilegiada, pero eso no quiere decir que me conformara ni que estuviera de acuerdo con el mundo y los valores que me rodeaban.
Salí de mi círculo de confort impulsada por la curiosidad, y no me fui a un lugar mejor (porque no existe), sino a uno diferente que me está haciendo madurar, me abre la mente y hace que me supere con cada dificultad. Vivo con menos, y soy feliz porque gano en valores que no son tangibles.
Recuerdo una excursión, hará un par de años, en la que me contabas que al salir del trabajo te ibas directamente a la universidad a estudiar algo que te gustaba mucho, y que llegabas a las nueve de la noche en casa. Pensé, «¡caray!, qué fuerza de voluntad!». Aunque nunca te lo dijimos, a Gabi y a mí nos diste mucha envidia y al año siguiente nos matriculamos en la UIB, sólo que después dimos un paso un poco más grande y salimos del sistema para ver mundo. Cada uno tiene sus propias motivaciones.
No se puede generalizar, pero creo que hay que ser críticos con los que nos rodea y con nosotros mismos. Pero tienes la toda razón en que la felicidad está uno mismo, sin necesidad de cambiar de país ni de trabajo. Lo que yo reivindico es que no hay que tener miedo al CAMBIO si uno es lo que desea, salirse del sistema si a uno no le gusta y bajarse del tren laboral o marcharse a otro lugar por cumplir los sueños. Reivindico no juzgar a la gente por «ser diferente» y no seguir el modelo establecido.
En fin, reivindico la libertad de que cada uno se lo monte lo mejor que pueda.
Me alegra saber que todavía existe gente positiva y optimista como tú 😉
Un beso.
P.D. y sí, la dieta Mediterránea es lo más ;p
Hay laura a mi la experiencia se me acaba pero seguire viviendola a traves de tus relatos .
Como me apasiona leerte .
Gracias por haberte cinocido .
Besos
Os vamos a echar mucho de menos, y no lo digo por decir. Aquí tenéis vuestra casa, pero id preparando el jamón y esa botella de vino porque os visitaremos en breve.
Aquí seguiré contando nuestras desventuras y te contaré los avances con los indios 😉
Qatar será más triste sin ti, no he conocido a nadie tan optimista, alegre y humilde como tú.
Besines.
Hola Laureta,
Mai tinc temps d’escriure’t, tôt i que vaig llegint el que puc. Però aquest post m’ha agradat en especial. Perquè em recordes una mica a mi en moltes coses. Bé, menys en les físiques, tu ets molt més alta, forta i estàs més buenorra…Desde molt petita he tingut un sol objectiu a la vida. Ser feliç. recordo que amb 14 anys em van comprar el meu primer ordenador, i vaig posar com a contrasenya Alegria. Com a bona dona del s.XXI he viscut corrent, tot ho he fet força ràpid. fins hi tot dormia ràpid! Aquí no es perdía el temps per res. Una carrera, dos màsters, idiomes, tot combinat amb treballar desde quasi els 18 anys…amb 24 em vaig comprar el primer ois, amb 27 tenía a les targetes de feina la paraula «gerente», teballava 12 hores seguides i a sobre…anava al gimnas cada dia!!!! Un dia, en un viatge de feina, a l’avió, vaig agafar un full de paper i vaig escriure com estava vivint i sobretot i el més important, Qué volia viure en el futur. Va ser com quan t’expliquen una cosa que és molt senzilla i no t’agrada. Però com de cagada no en tinc res, «manta a la cabeza» i vaig fer un canvi. Va ser un canvi laboral, que molts no van entendre i on vaig perdre alguns «amics»…però era un objectiu complert. Aix, que bé et sents quan prens decisions! M’apropava més a la felicitat…! 3 anys més tard, em vaig tornar a seure a pensar, les meves ilusions estaven a prop, però calia una altra empenta forta. Aquesta va ser molt dura, i tu ho saps. Deixar la meva vida sencera, la meva familia que tant em dona i m’omple, la meva ciutat estimada, els meus amics…va suposar un cop molt fort. Però encara que molts pensaràn que «el amor es ciego» , no només per amor em vaig moure. Ho vaig fer perseguint el meu somni. M’apropava una mica més a la felicitat que jo buscava. La meva felicitat, era tenir un fill. Una familia. Pero no sense pensar. Volia que el meu fill creixes amb mi, passés hores amb mi i a poder ser amb el seu pare. La meva familia, és el millor que he tingut a la vida, el meu motor, qui m’ha fet com soc. Volia poder donar al meu fill/lls la oportunitat de creixer amb el seus pares i germans, de que tinguessin uns valors i una seguretat, que te la donen el poder estar amb ells cada dia. això, amb la meva vida d’abans, era impossible. Jo segueixo treballant, molt, i tinc estres. però ara, tinc a en Lluc, i cada dia esmorzo amb ell, bereno amb ell per la tarda, juguem, ens banyem junts, li donc el sopar…i no puc ser més feliç. És pot ser feliç amb una feina així i en una societat com aquesta? doncs si, però no sense haver hagut de pensar molt, asumir moltes coses i buscar i buscar, per on, era el camí de la felicitat. Segurament algún dia, hagi de tornar a fer algún canvi més. Ojalà, perque de tots he aprés i m’he fet millor persona. però el que tinc clar, es que sortir del cercle de confiança, no només no em fa por, sino que a més, mola 🙂
Ari, em deixes sense paraules.
No es que em sorprengui tot el que he llegit, perquè te conec i sé que ets una lluitadora. Però la manera d´expressar-te i amb tot el que sé de tu i de la teva nova vida, ha fet que m´emocionés, de veritat.
Recordo fa un any quan estaves en procés d´adaptació de la teva nova vida, amb en Lluc, lluitant per trobar l´equilibir familiar/professional i personal. I te n´has sortit, com sempre!!!!
No sé si t´adones, però tens una força interior que no sé on la fiques en aquest cos tan petit que tens. Ets GRAN Ari, ets genial. No canviïs mai, perquè dones com tu són les que canvien el món!
I sí, mola molt sortir del cercle de confiança, quantes coses ens perdriem si no ens arrisquéssim!!!
Perquè qui no s´arrisca no pisca 😉
Un petó guapa!!!
P.D. i gràcies per trobar temps per estar amb mi, en la distància fa molta més il.lusió saber que estàs.