
La historia de Mayte es singular porque lleva más años fuera que dentro de su lugar de origen: España. Acaba de cumplir 33 años en la República Dominicana y dice sentirse una privilegiada porque no necesita el arraiga ni sentirse de un sólo lugar. «Me siento ciudadana del mundo», afirma.
Si escuchas esta entrevista oirás consejos como que si llegas a un país nuevo pensando que nada te va a gustar, efectivamente, nada te gustará, porque todo es una cuestión de actitud.
Mayte llegó a Santo Domingo en el año 1986 procedente de Madrid. Por aquel entonces la capital dominicana estaba muy lejos de ser la ciudad que es hoy. Para ella fue como retroceder en el tiempo, como estar obligada a vivir como su madre en los años 40: echaba de menos la libertad.
Conserva tradiciones españolas tan sanas como la siesta y en su maleta nunca faltan ingredientes para hacer un buen caldo gallego y un cocido madrileño aunque tenga que comérselo con el aire acondicionado a toda pastilla. De lo contrario, sus amigos la ponen de vuelta a España.
Y como Mayte es un animal social, hazle caso y abre tu mente, habla con quien sea para conocer gente en tu nuevo hogar. Es una cuestión de la apertura que tengas hacia la gente: nunca sabes en qué momento vas a hacer clic con alguien. Los amigos surgen de manera fortuita.

Defensora de los pleitos pobres, amante de la naturaleza y de los animales, aunque odia el sol y la playa, si mañana se fuera de República Dominicana echaría de menos la tranquilidad, la música, la felicidad de su gente, la cerveza Presidente ¡la manera de vivir!
¿De verdad vas a perderte la entrevista de Mayte?
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