
Luz es una joven costarricense que considera que dar el salto a la aventura expat es una oportunidad para conocerse, cuidarse y aprender a valorar el placer de las pequeñas cosas.
Ha ganado confianza en sí misma tanto en lo personal como en lo profesional. No es la misma que hace tres años cuando salió de su hogar familiar. Dice, «los miedos estaban en mi mente».
Entre sus recomendaciones para adaptarse al lugar de destino cree que cuanto antes entiendas la cultura de acogida más fácil será la adaptación.
Para conocer gente te cuenta que es muy útil inscribirse en cosas que te gusten como ir a clases de salsa. También ha tenido la oportunidad de abrir el abanico a personas de diferentes edades y nacionalidades.
Su frase favorita ahora también es la mía «a veces regresar es mejor que nunca haberse ido». ¿Quieres escuchar a Luz?

¡Pura Vida, Mae!
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