
Una de las preguntas típicas cuando digo que trabajo como Coach es la de “¿eres como una psicóloga, no?”. No, definitivamente no. Es un error habitual confundir el Coaching con la Psicología, aunque ciertamente tienen muchas cosas en común, como que beben ambas de la filosofía. Pero es oportuno distinguir dos disciplinas que no deberían tener mucho que ver en la práctica.
Resumido en una frase: el Coach acompaña a lograr objetivos a través del desarrollo personal, mientras que el psicólogo trata patologías específicas de la psicología y de la psiquiatría. Además, cada uno tiene objetivos y métodos de trabajo completamente diferentes. Por ejemplo, si tengo problemas de insomnio o comportamientos compulsivos no se me ocurriría acudir a un coach. Mientras que si mi vida es un caos y necesito organizarme mejor no se me pasaría por la cabeza pedir cita al psicólogo ¿verdad?
El Coach acompaña a lograr objetivos a través del desarrollo personal, mientras que el psicólogo trata patologías específicas de la psicología y de la psiquiatría
Uno de los tópicos que más he leído antes de empezar a escribir es que entre el 25 y el 50 por ciento de las personas que consultan para un proceso de coaching tienen algún tipo de patología (Infocop). Probablemente se deba a que muchos clientes acuden a un Coach en lugar de un psicólogo por desconocimiento, por probar algo nuevo, por curiosidad o porque ir al psicólogo connota aún el estigma social de la locura. Cada uno lo suyo.
Psicología y Coaching no es lo mismo ¿por qué?
- Coaching no trata la salud ni las patologías. Coaching trata sobre tus resultados deseados, sobre lo que a ti te ilusiona o te preocupa, sobre tu propósito en la vida;
- en Coaching no hay diagnósticos ni terapias. En Coaching hay acompañamiento hacia nuevas maneras de pensar y observar la realidad;
- el Coaching no trata de modificar tu conducta. El Coaching te ayuda a cambiar hábitos porque para obtener resultados diferentes hay que actuar de forma diferente;
- en Coaching no te dicen qué decisión tomar. Coaching es abrir nuevas vías de autoconocimiento para desarrollar la capacidad de aprender nuevas formas de ver y entender el mundo;
- Coaching no trata sobre poner objetivos. Coaching trata sobre explorar todas las opciones posibles para alcanzarlos;
- Coaching no te dice lo que tienes que hacer. El Coaching te ayuda a ordenar las ideas ¿nunca has tenido la sensación de que tu cabeza echa humo y no saber por dónde empezar?
Un coach ni asesora, ni aconseja, ni interviene, ni dirige, ni evalúa, ni hace psicoterapia, ni diagnostica
- en Coaching no hay respuestas correctas o incorrectas. En Coaching sólo hay respuestas honestas;
- en Coaching no se buscan soluciones a los problemas. En Coaching se trabaja para que tú encuentres la mejor solución a tu problema;
- el Coach no te dice cómo alcanzar tus objetivos. El Coach te ayuda a sacar la materia prima que tienes dentro para conseguir tu objetivo deseado. Todos tenemos habilidades y recursos, pero no siempre somos conscientes de cómo utilizarlos ni en qué situaciones;
- el Coaching no te cambia. El Coaching te ayuda a desarrollar tu capacidad de adaptación al cambio. Porque los cambios sugieren incertidumbre y miedo a lo inesperado. Los imprevistos y los cambios forman parte de nuestra vida y lo que es preciso es aprender a convivir con ellos;
- el Coaching no te motiva. El Coaching te ayuda a buscar los motivos por los que quieres emprender un cambio. Muchas veces ocurre que decimos querer conseguir algo y no sabemos para qué. Para cuando lo hemos alcanzado viene la frustración porque no es en realidad lo que necesitábamos;
- el Coaching no te hace mejor persona. El Coaching saca tu mejor versión. Te enseña a soltar todo ese lastre que te impide alcanzar tus objetivos y desarrollarte como persona. Es abrir un baúl lleno de herramientas que te permitirá construir tu versión 2.0;
El coaching consiste en desarrollar habilidades que ni la Inteligencia Artificial ni las máquinas pueden hacer, Rafael Echevarría.
El coaching no te dice lo que tienes que hacer. El coaching parte de principios humanistas, de los recursos que tienes. Y entonces yo no soy quién para decirte ni qué pensar, ni qué decir, ni qué decisión debes tomar, ni qué tienes qué hacer.
Y precisamente el coaching tiene una base humanista. Trata del ser humano, de sus preocupaciones, de sus propósitos en la vida, de sus valores. Cada uno de nosotros construimos nuestra realidad a partir del lenguaje, nos comunicamos a través de las palabras y aprendemos con ellas.
El coaching parte de sus principios humanistas de que los recursos los tiene el cliente
Como explica Rafael Echevarría, somos seres lingüísticos que construimos el mundo. Pero este mundo, nuestra realidad, puede reconstruirse desde otras perspectivas. Podemos reescribir lo que hemos aprendido. Podemos reconstruir nuestro mundo, podemos cambiar el idioma del software de nuestro conocimiento. Porque se nos enseñan muchas cosas a lo largo de nuestra vida, como a memorizar fórmulas o cómo aprobar una oposición. Pero nadie nos enseña a aprender.
Por eso reivindico el coaching alejado de la psicología y más cercano a las humanidades.
¿Para qué sirven las humanidades? En palabras de mi compañero de estudios humanísticos Marc Ambit, «no se ven cuando se aplican, pero se sienten cuando están ausentes de nuestras vidas. Una sociedad que no cultiva las humanidades se empobrece. Una sociedad sin humanidades, al fin y al cabo, es una fábrica. Y sus habitantes no son personas, son máquinas».
Una sociedad sin humanidades, al fin y al cabo, es una fábrica. Y sus habitantes no son personas, son máquinas, Marc Ambit.
Como nos enseñó Zygmunt Bauman, el famoso sociólogo, vivimos en una sociedad líquida donde todo cambia demasiado deprisa. Vivimos en la era de la inmediatez y de la tecnología. La sobreabundancia de información nos hace cada vez estar más desinformados por la incapacidad de procesar tanta cantidad de impactos.
Por ello creo en la necesidad de explorar otras vías de conocimiento en una sociedad que, como suele decir el periodista Víctor Lapuente, necesita más exploradores y menos chamanes. El coaching, desde el punto de vista humanístico, ayuda a ver soluciones que otros no ven. A tomar las mejores decisiones para cada situación y para cada individuo en un entorno donde el cambio es la única constante. Y para recordarnos «cómo seguir siendo humanos en la era de la tecnología» (Marc Ambit).
P.D. ¿Quieres explorar otras vías de conocimiento y desarrollo personal? Puedes dejar tus dudas, comentarios o preguntas aquí o en el formulario de contacto.
Interesante articulo!!! Supreme like always!!!
Muchas gracias Rocío, hace tiempo que quería escribir este post para dejar los conceptos claros ¡qué bien si lo he conseguido!
Un abrazo,
Laura.