
No puedo recordar cuando fue la última vez que un suceso o situación me encogiera el estómago ante una amenaza real, si es que alguna vez la tuve. Acabo de vivir la posibilidad de que el huracán Irma entrara vorazmente en tierra dominicanas. Puede que me sintiera segura en mi búnker particular, sabedora de que mi vida no corría peligro, pero no me dejaba indiferente la suerte de los menos privilegiados.
Aún así no dejó de ser una experiencia única, especialmente los días y horas previas a la lotería de que te toque el Gordo o que no te toque ni la pedrea. La madre naturaleza es imprevisible.
Pero los efectos colaterales sí que han sido toda una sorpresa porque es cuando el verdadero YO asoma sin trampa ni cartón. Si me llevo algo, además de la fortuna de no sufrir daños humanos ni materiales, es lo siguiente:

1. Sabes con quién puedes contar
Dicen que los amigos se conocen en la cárcel y en los hospitales, y así es. Que desde Nueva Zelanda hasta Argentina, pasando por Bahrein, Arabia Saudí o Qatar, haya recibido cientos de mensajes de apoyo y ánimo me demuestra quién ha pensado en mi y se ha molestado en tomarse unos minutos para escribirme unas palabras.
Incluso hay quienes me han estado apoyando emocionalmente sabiendo la soledad a la que te enfrentas cuando vives a miles de kilómetros de los tuyos. Y también estarán los que dirán que han escuchado en la radio que Irma pasó de largo, como demostración de que estaban pendientes de mi seguridad.
No puedo estar más feliz de haber recibido tanta compañía tanto en las horas previas como en los días siguientes. Una semana después, en perspectiva, me doy cuenta que mientras mi marido tuvo que dedicar todas las horas al preventivo en su trabajo por la seguridad de todos los empleados y clientes, yo no estuve sola.
Gracias al ciberespacio me sentí arropada y entretenida mientras colocaba sacos de arena y llenaba los armarios de comida enlatada. Jamás encontraré palabras suficientes por todo el apoyo recibido.
- Lección aprendida: en situaciones de peligro, necesito sentir el apoyo de la gente, sea del modo que sea. Qué importante es la empatía y cómo crece el sentimiento de comunidad.

2. Aprendes a no hacer caso a los grandes titulares
Siempre lo supe, pero hoy me hago plenamente consciente. Cuando me enteré que era mi madre la que estaba en estado de pánico porque seguía enganchada al Canal24h, dediqué un tiempo a ponerme al corriente de las noticias de televisión y a leer los periódicos digitales más importantes.
Sin duda un gran titular vende, así como imágenes catastróficas, músicas aterradoras y vídeos aplastantes. Sin duda, la manera de presentar las noticias como la llegada del huracán Irma al Caribe era para que mi madre –y yo misma- sufriéramos un ataque de ansiedad.

- Lección aprendida: pasar de los noticieros y engancharse a las imágenes de los satélites en tiempo real para tener constancia en cada momento de la situación a la que nos enfrentamos, así como las recomendaciones de las instituciones gubernamentales.
3. Redes sociales sólo para chatear con tus amigos, gracias
Sin duda Facebook ha sido mi mejor entretenimiento para compartir con mis amigos el minuto a minuto, imágenes de cómo se iba transformando el paisaje y, de paso, echarme unas risas para calmar mis nervios. Sin embargo, después de leer decenas de noticias falsas -a cual más alarmista- decidí obviarlo todo y entretenerme con otras cosas para desahogar mi incertidumbre.
Pero igual hice cuando pasó la amenaza de la irrupción de Irma. Si vuelvo a escuchar o leer un «os lo dije que no pasaría nada» salto a la yugular. Toda prevención es poca, y si el Centro Nacional de Huracanes de los EEUU dice que estamos en alerta roja, prefiero seguir sus recomendaciones que los consejos de los que «a toro pasado» vienen y dicen que nunca pasa nada.
Llamadme ingenua, histérica, o será que no me he adaptado al país, pero yo el miedo en el cuerpo ante el avance de Irma no me lo quito con conversaciones de barra de bar. Sin acritud, no offense!

- Lección aprendida: Primero, seguir los consejos prácticos de los expertos y de la gente con experiencia y sentido común. Segundo, nunca escatimar esfuerzos en prevención si es lo que me hace sentir más segura.
4. Los pobres también existen
Me di cuenta cuando una amiga de la universidad me preguntó si también iba a pasar por República Dominicana, pues sólo había oído hablar del impacto de Irma en Miami.
En ese instante me di cuenta del nulo impacto que tienen las poblaciones más humildes en el interés general. A pesar de que somos más de 15 mil residentes españoles en República Dominicana, no parece que le haya importado a ningún medio de comunicación. El centro de atención estaba única y exclusivamente en Florida, el ombligo del mundo. Las noticias de Irma han estado semanas hablando de Miami mientras avanzaba arrasando gran parte del Caribe, unas islas con más suerte que otras.
Pero es más noticia que el hotel de Robert de Niro quedó destrozado por el paso de Irma en la isla de Barbuda que contar el número de víctimas en el mismo territorio.

- Lección aprendida: si quieres ser visible, hazte millonario o cómprate una isla.
5. Cuando la amenaza es real, las demás noticias te parecen triviales

En plena semana del procés en España, mi única preocupación fue minimizar los posibles daños causados por Irma o preguntarme cómo harían las gentes más humildes de las zonas rurales, cómo iba a afectar la subida del agua de los ríos si llovía mucho, dónde iban a poder refugiarse, cuántas matas de coco caerían y cuántos días podríamos permanecer incomunicados.
Para quien nunca ha vivido una situación como esta, el estrés consume mucha energía. En cambio, asidua como soy a escuchar la radio española, me sentía molesta por oír a periodistas y tertulianos sobre el monotema independentista. Por momentos me entraban ganas de gritar «¡estamos aquí!!!!».
- Lección aprendida: ante un acontecimiento vital te das cuenta de lo que realmente importa.
6. Ahora mismo en Cuba o en México
Las noticias en la CNN, BBC o AlJazeera siguen mostrando imágenes de las colas en Miami, de los supermercados vacíos, que si la evacuación de millones de estadounidenses, que si los fuertes vientos y que si la abuela fuma.
Quiero saber qué está pasando en Cuba y apenas he encontrado información de cómo ha quedado la isla vecina, en plena era de las TIC. La verdad es que Irma ha hecho estragos, pero a pocos les importa, del mismo modo que no se ha cubierto con el mismo interés el terrible terremoto en México hace apenas unos días.
No sé si es una falta de profesionales en el periodismo actual o si el periodismo ha puesto precio a las noticias ¿la audiencia manda?

- Lección aprendida: el periodismo es un recuerdo romántico de lo que una vez debió ser, y puede que seamos la sociedad quienes la hayamos pervertido.
7. La madre naturaleza manda
Da igual lo que digan las noticias, no importa que sigas las imágenes del satélite cada 30 segundos. La naturaleza sigue su curso y es impredecible. Las palmeras han demostrado ser las más resistentes, bailando al son del viento, flexibles ante el embiste de la naturaleza.
Tras Irma se originarán más huracanes, y en paralelo México ha sufrido un catastrófico terremoto. Me lo tomo como un aviso de cómo la estamos maltratando. El hombre es una plaga que no hace más que pinchar un planeta que se desangra. Pero siempre en la historia la madre naturaleza ha sabido cómo acabar con las mayores plagas sin que se le haya resistido ninguna.
- Lección aprendida: quien la hace la paga.
¿Has vivido alguna situación similar? ¿Qué has aprendido? Comparte tu experiencia 😉
Congratulations my friend Excelente como siempre, me encanta el enfoque de cada uno de los puntos que has listado, que son literalmente «puntos sobre las íes», además me identifico contigo en vários aspectos, nosotros vivimos en Miami el huracan Irene en el año 1999, y fué «toda una experiencia»
De acuerdo contigo en la cobertura mediática, en Saint Marteen aun hay portugueses y españoles aguardando ayuda de los respectivos gobiernos, y en Cuba van recuperandose poco a poco.
Muchísimas gracias Susana.
Ha sido un ejercicio de honestidad conmigo misma. He intentado no generalizar y reflexionar sobre cómo lo he vivido y sentido yo. Y me alegro de no estar sola en este barco. Apenas esta semana han llegado imágenes de Cuba y ha sido devastador el paso de Irma, y de las islas menores… ¿a quién le importa? Vives en el Primer Mundo o no le importas a nadie.
Lección aprendida: EMPATÍA.
Todos las vidas humanas valen lo mismo.
Un abrazo.
Laura Sargantana.
Hola Laura. Entiendo totalmente lo que explicas en referencia al periodismo y las informaciones escuetas o nulas que se han dado sobre el paso del huracán por las islas o el terremoto de Méjico, frente a las que se han dado de Florida o Miami. Supongo que como muy bien expresas, se trata de quien tiene más poder, inversiones y peso económico en el panorama internacional. No obstante, siempre quedan medios que lo tratan y aquí,en España, a pesar de los muchos kilómetros de distancia que nos separan, el paso de Irma por el Caribe algunos lo hemos vivido con angustia (especialmente, cuando tienes a algún conocido residente allí),aunque la información tuviese que compartir protagonismo con otras noticias como el proceso catalán que comentas, el cual, puedo asegurarte, que se ha convertido en un enfrentamiento contínuo que ya veremos como acaba. En fin, una vez pasada la pesadilla de Irma por aquellas tierras que te acogen solo queda mirar para delante, no crees? No quiero despedirme sin decirte lo muchísimo que me alegro de que estés bien, compañera. Un abrazo enorme!
Sin duda Yolanda me quedo con esa sensación: o vives en el Primer Mundo o no existes.
Por primera vez en mi vida he experimentado (y aún me queda trecho por recorrer) lo que es para millones de personas en el mundo saber que no importas, que tu vida vale menos que la de cualquier americano. Aún estoy lejos de poder ponerme en la piel de aquellos que viven incomunicados, que se han quedado sin sus casas o que no van a tener agua ni luz en meses.
Soy afortunada y me lo repito todos los días, por lo que ha sido y por lo que podría haber sucedido, por tener medios y por tener mucho respaldo emocional detrás. Y me pregunto cómo es vivir sin nada de esto.
Seguimos desde aquí las noticias día a día del «procés», y sólo deseo que el resultado -sea el que sea- resulte de la acción democrática y más justa posible. Ánimo porque desde aquí sí que parece que se vive con mucha tensión y, como siempre, los ciudadanos sois los que lo padecéis.
¿Mirar hacia adelante? SIEMPRE
Una se para a hacer un poco de autocrítica, para después coger carrerilla 😉
Gracias compañera ¡cada palabra es un chute de energía!!!
Fantàstica Laura. M’has retornat els sentiments soferts a Cuba durant la primera dècada del 2000, especialment pel pas d’IKE, què fou devastador. Tot i aquesta mostra de la força apocalíptica de la natura, la vida i societat humana, tornaran a florir en arribar la primavera. Us desitjo que us arribi molt aviat.
En tot cas el 3/24 de Televisió de Catalunya, ha anat fent un seguiment exhaustiu del pas d’Irma pel Carib, especialment a Cuba, contrastant el fet amb la resta dels mitjans de comunicació espanyols que com bé dius, han passat de puntetes.
Com ens va il·lustrar en Serrallonga, la història pot ser nominalista o realista; són doncs, aquests mitjans de comunicació, avesats a clares decantacions al nominalisme interessat, polític i abstracte, deformant i amagant la realitat que respon a interessos oligàrquics i sectorials. Hi ha molt poques coses pitjors que l’oblit interessat, el menyspreu i la mentida amb la intenció de fer mal i desacreditar a una societat.
Gràcies Josep, sens dubte ha estat una lliçó digna d’un debat envers l’eurocentrisme (que potser hauria de canviar de nom) amb el nostre estimat Serrallonga.
I tens raó que la vida seguirà i florirà en primavera. El que més m’ha cridat l’atenció és veure com els caribenys prenen amb filosofia l’arribada i el pas dels huracans. És per a ells del tot natural i segueixen el seu dia a dia amb el que els hi ha tocat. Forma part de la seva cultura i de la seva essència, el que m’ha fet pensar quantes coses ens poden ensenyar. Parles amb ells -que sempre perden molt més que tu- i s’enfaden quan algú es queixa perquè pensen que estar vius és ja un regal del senyor. A mi em deixen sense paraules.
Espero que la societat algun dia s’adoni que no hi ha vides més valuoses que altres. I hem de començar per nosaltres mateixos.
Una abraçada Josep, i moltes gràcies per compartir, company!
Bueno, lagartija, resumen: estáis bien, no?
Pues me alegro.
A cuidarse!!!!!
Si estuviéramos mejor reventaríamos ¿queda claro? 😀
Besets.